viernes, 17 de septiembre de 2010

Tu nuevo mundo


”Puede ser el miedo al desprecio, a no ser aceptado, a quebrar el encanto. Parece ridículo, pero es así. Por eso no se pregunta: se actúa. Como tú mismo lo has dicho tantas veces, se corren los riesgos”


El tiempo pasa, decía. Es cierto, las horas pasan, hoy fue un lindo día, el clima era perfecto, el día fue genial, no hacía mucho calor ni mucho frío; me desperté de buen humor como siempre, seguía mi día ahora sin el Otro, él ya no estaba en mi, pero sin darme cuenta me acordé de ti, de los recuerdos, aquellas fotos, me saltó la curiosidad por saber de tu vida, me pregunté ¿cómo te estará yendo? ¿estarás feliz? ¿me extrañas? ... tantas dudas por mi cabeza, pues hace más de una semana que nosé de ti. Simplemente había decidido borrarte, alejarte, pero al parecer no pude, entonces me acordé que todos los días hay que hacer algo que me de miedo, decidí ver sobre tu vida, ¿dónde?, creo que tu y yo sabemos a donde entré para ver sobre ti.


"Está tan feliz, para él no pasó nada" - fue lo primero que me dije por lo que ví, entonces salió el Otro, me dijo que eso me pasaba por tratar de ser alguien que no era, había decidido despojarme de la frialdad y ahora estaba experimentando el cielo y el infierno, lo triste que puede resultar querer a alguien. El Otro me dijo que aún tenía tiempo, que actúe rápido: "Demuéstrale que eres feliz, que para tí los días ya pasaron, que no te importa nada", él sabía como actuar, tenía las respuestas precisas y las excusas perfectas para salir de un tropiezo y no terminar siendo vulnerable; era fácil para mi obviar lo que había visto, al fin y al cabo tú jamás te enterarías, pero no pude, traté de excusarte, quizá decirle que estabas dolido, pero el Otro me hizo entender que era mentira, que no te justifique, que en vez de pensar en ti y en tus acciones, piense en mi y en cómo salir parado de esa situación. Me rehusé, no quiero vivir más a costa de él, su frialdad y su "fortaleza" no me llenaba el alma, alejé al Otro, me di cuenta de las cosas, tú ya no estás aquí, pero yo no puedo fingir que no me duele, no podía pretender como si nada pasara, sería seguir en lo mismo, estar encerrado y no demostrar mis sentimientos, simplemente estar en un congelador.


"Varios estudios biológicos demuestran que si metemos un sapo en un recipiente permanece inmóvil mientras calentamos el líquido. El sapo no reacciona ante el aumento gradual de la temperatura ni los cambios de ambiente; muere cuando el agua hierve, hinchado y feliz (...) Yo me he comportado como un sapo hervido. No me dí cuenta de los cambios. Pensaba que todo iba bien, que los problemas se solucionarían, que sólo era cuestión de tiempo. En vez de reaccionar me quedé flotando, apático, en el agua que se calentaba minuto a minuto".

No me dí cuenta de los problemas, quizá los ignoré, te sentía tan seguro, nuestros ideales eran los mismos, habíamos planeado tantas cosas que nunca había razón para preocuparse por el adiós. Era tu ángel, el idealista y cariñoso, de día era capaz de hacer mil cosas de noche me abrazaba a ti y te pedía que me protegieses, que me animes a salir de las cosas que me podían salir mal. Tu estabas siempre a mi lado, paso que daba lo dabas conmigo ¿cómo pensar en el final?.

No me dí cuenta que habían promesas, palabras gastadas, que nos decíamos "muy pronto haremos esto" o "éste será el próximo viaje". Tú te cansabas de mis desplantes, mis mal entendidos y pocos ánimos de hacerte caso. Simplemente no me di cuenta, pensaba que todo se solucionaría, no reaccioné.

"Siempre alimentamos el mismo sueño: llegaría el momento en que ese ritmo frenético se convertiría en un recuerdo distante. Las cicatrices dejadas por ese período serían las medallas de una lucha trabada en nombre de la fe y de los sueños. Al fin y al cabo, el ser humano - así lo creía entonces - ha nacido para amar y convivir con la persona amada".

Esos ideales de trabajar juntos, tener una casa llena de niños corriendo y pequeños perros, aquel lugar al que llegaríamos cada noche y viviríamos esa vida hermosa que teníamos grabada en nuestra mente; esos "sueños", esos que poco a poco íbamos alimentando terminaron matándonos el alma, nuestras expectativas de amor eterno se iban desvaneciendo.

Vivíamos un mundo, nuestro mundo, obligándonos a alimentar nuestra alma con cosas que eran importantes, mientras íbamos muriendo poco a poco, porque a pesar de todo, entendíamos lo que pasaba a nuestro alrededor, nos veíamos forzados a hacer lo planeado, quizá yo nunca fuí capaz de dejarlo todo para dedicar nuestros días y nuestras noches a una verdadera felicidad: la familia, la naturaleza, el amor ¿Por qué? Porque me ví obligado a terminar aquello que había empezado, por el absurdo deseo de vana estabilidad que quizá mas adelante, según yo, nos permitiría disfrutar una vida placentera el uno al otro. Porque era responsable. Sé que a veces pensaste que hacía muchas cosas, para construir un futuro, pero en realidad sólo construía mi futuro con la falsa idea de que pronto seríamos libres para soñar y vivir de nuestros sueños.

Estuvimos juntos porque fue una decisión del destino ¿aún crees en él?, contigo llegué lejos, quizá no entienda la importancia que tienes tu en mi vida, pero sé que la tienes. Llegaste para defenderte siempre que sea necesario, todo obedece a un plan determinado.

Pero ya no hay más, tomaste tu decisión, nosé si leas este post, nosé si hayas leido el anterior, quizá no, porque si lo hiciste me hubiera gustado recibir una llamada o un mensaje, pero creo que es pedir algo en vano, a veces pienso que quieres volver, que aún me extrañas, que me quieres pero que tienes miedo de dar ese paso. En caso sea así, me gustaría que lo des, "todos los días tenemos que hacer algo que nos de miedo" sino ¿cómo nos llamamos aventureros?; me hubiera gustado tener este cambio junto a tí, arreglar las cosas ... Bueno, no tengo más que decirte, como dije "Si el quiere volver lo espero, sino lo olvido" y al parecer ya elegiste quedarte donde estás. Haz creado un nuevo mundo mágico, en dónde sólo entran dos personas con sueños y un sentimiento, ése que es el más puro. Hay cosas que aún no entiendo, y quizá no las quiera entender, nosé, tantas acciones por reclamarte, tantas explicaciones que pedirte, pero no lo haré, es tu mundo, su mundo y está creciendo lleno de felicidad y buenos ánimos.

Aprendí que hay un riesgo que correr, el amor siempre estará ahí y eventualmente caeremos para poder aprender. Comprendí que caer de un tercer piso duele igual que caer de un décimo piso, y si tengo que caer, prefiero que sea de lugares muy altos.





2 comentarios:

  1. "Comprendí que caer de un tercer piso duele igual que caer de un décimo piso, y si tengo que caer, prefiero que sea de lugares muy altos".

    Perfecto.

    ResponderEliminar