
Había dejado de lado mi blog, lo solía usar para desahogarme y buscarle lo positivo a todo lo que me pasaba, pero con el pasar del tiempo ya no quería escribir, me dediqué a salir, buscar amigos, y dejar de lado esta "necesidad" de plasmar mis sentimientos.
Pero ahora he vuelto, y no porque yo lo haya decidido, sino porque es parte de un curso, y bueno es un buen motivo para volver a inmiscuirme en estos espacios y dejar que mis pensamientos fluyan.
Esta vez ya no compartiré mis sentimientos o mis estados de ánimo, ahora toca hablar de una de mis pasiones, es más, de la más grande de mis pasiones "LOS MUSICALES".
Esa combinación de danza, música, baile y diálogos, envueltos en un ambiente fabuloso, es lo que hace que cada una de esas piezas te transporte a un mundo diferente, en donde dejas de ser tu y te conviertes en un personaje más de la historia.
De ahora en adelante, postearé sobre cada uno de esos musicales que marcaron historia, ya sea por su buena acogida o por el mensaje que escondían, es que es así, cada una de esas majestuosas presentaciones tiene algo que hay que descubrir, eso que te llena y hace que te llenes de vida.
Terminaré este post con esta frase del musical "Mouling rouge" : "Algún día escribiré una historia, sobre un lugar, sobre algún personaje, en el que la historia no tenga un final, porque los finales no existen".
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